"Quizá los animales están más adelantaos que los japoneses y que nosotros"
Silvio

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viernes, 11 de septiembre de 2009

TODO POR QUE RIAS

La cara B es una nueva sección del blog del Niño B dedicada a la música en general. Por cierto, poco a poco iremos abriendo todas las secciones que va a tener, de momento, este blog, pero ese es otro tema... A través de la Cara B desfilarán todo tipo de artistas y personajes, por eso, lo que en un principio iba a llamarse "Paranoigas" se queda con su nombre actual, ya que habrá verdaderas paranooigas pero junto a maravillas como la que abre la sección.

Como los duchos en la materia habrán imaginado ya, se trata de Les Luthiers. ¿Por qué empezar con esta agrupación? Pues no necesito más razón que la de que se trata de un grupo sin igual, unos verdaderos genios de la música, el humor y el espectáculo.


Sin embargo, hay otra razón añadida: Se les espera en Madrid en octubre, con su nuevo espectáculo. Ya quedan pocas entradas, pero aún es posible hacerse con alguna. Creedme si os digo que Les Luthiers es uno de esos grupos de los que uno se arrepiente de no haber visto en directo.

Aún a riesgo de quedarme en la superficie, me gustaría presentaros brevemente quiénes son estos argentinos a fin de engancharos -si no lo estáis ya- a su obra. Aunque en realidad se necesita un blog entero para hablar de Les Luthiers, no en vano llevan más de 40 años en activo, han grabado 6 álbumes de estudio (y alguno que otro en directo) representado más de 30 espectáculos diferentes e inventado en torno a 40 "instrumentos informales". Casi nada, vamos allá:

Los orígenes de Les Luthiers se remontan al año 65, en Argentina. En aquellos años, se organizaban festivales de coros/agrupaciones que eran seguidos por mucha gente y en los que participaban nuevos creadores, que empezaban a moverse en el mundo de la música. Un estudiante de arquitectura, Gerardo Masana, reconocido por el resto de miembros como fundador del grupo, participó junto con varios amigos en uno de estos festivales. Su actuación fue aclamada por todo el público que, alucinado, asistió a la interpretación de un pieza compuesta a partir del prospecto de un laxante: La Cantata Modatón (más tarde Laxatón). Inmediatamente llovieron los elogios al rigor musical (una cantata digna de un compositor clásico) y la originalidad de la pieza... y con ello, las primeras propuestas de actuar en otras plazas.

Esta primera formación de músicos se escindió en muy poco tiempo, reuniéndose parte de ellos, de la mano de G. Masana, en "Les Luthiers", si no me equivoco en torno al año 1967. A partir de aquí, la formación ha sufrido algún pequeño cambio a lo largo de su historia, quedando marcada sin duda con la muerte de su fundador en 1973. Sin embargo, este hecho no hizo sino reforzar al grupo, que continuó componiendo y empezó a realizar giras internacionales, que aún hoy no han cesado y que les han hecho ser aclamados en todo el mundo.

En la formación originaria se encontraban Marcos Mundstock, Carlos Núñez, Jorge Maronna y Daniel Rabinovich , todos ellos aún presentes en el grupo. A finales de los ´60 se incorporó Carlos López Puccio, quinto miembro de la actual formación y poco después Ernesto Acher, que perteneció a Les Luthiers hasta 1986. Así pues, durante 2 años, la agrupación llegó a tener hasta 7 miembros.

El nombre lo adoptaron porque un Luthier es un maestro artesano de intrumentos y estos argentinos se han caracterizado desde sus inicios por introducir en sus piezas lo que han denominado instrumentos informales, que son instrumentos musicales fabricados con todo tipo de materiales de desecho o poco convencionales. Desde tubos de cartón hasta una ducha, pasando por bidets, toneles, silbatos ferroviarios o bicicletas, han servido para que estos genios hayan creado instrumentos musicales. A la historia han pasado ya el nomeolbidet, el latín, el tubófono parafínico cromático, la desafinaducha, el yerbomatófono d´amore, la mandocleta, el ferrocalíope... Con ellos y algún que otro "instrumento formal" Les Luthiers interpretan con maestría la música de sus piezas que va desde la cantata hasta el folklore sudamericano, pasando por todo tipo de género.

En cuanto a su estilo, hay que reconocer que Les Luthiers son únicos, son unos verdaderos orfebres de la palabra, con la que juegan una y otra vez con un gusto exquisito. Un humor refinado pero sencillo, ni rebuscado ni muy simple, ni mucho menos zafio como parecen elegir habitualmente los humoristas, particularmente en sus bolos. Eso sí, de vez en cuando, aprovechan sus textos para incluir alguna que otra crítica mordaz, sin perder en ningún momento la elegancia verbal y humorística. Ellos no cambian, desde hace 40 años hacen este humor y sigue siendo una verdader delicia.

Para terminar, no puedo sino dejaros un botón de muestra. No es nada elegido concienzudamente, porque me llevaría meses decidir, simplemente son algunos momentos que me han venido a la cabeza, pero que ilustrarán a la perfección lo que os he contado. Si después de ver esto no te dan ganas de (ir a verles) profundizar en la obra de Les Luthiers, a lo mejor deberías ver menos la tele.











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