"Quizá los animales están más adelantaos que los japoneses y que nosotros"
Silvio

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sábado, 15 de mayo de 2010

Verdades podridas

La recomendación que os traigo hoy a algunos os sonará a chino y a otros os resultará muy familiar por haberme oído hablar de él antes. En cualquiera de los casos, seguro que nunca habéis dado ese paso que hace falta para ahondar en la obra de un cantante y que es el que finalmente te engancha o te hace dejarlo a un lado definitivamente. La verdad es que estaba tardando ya en aparecer en estas páginas... me refiero a Daniel Higiénico.

Daniel Soler formó un grupo en 1990, llamado Daniel y la Quartet de Baño Band. Una apuesta original, que no se casaba con ningún estilo, con buenos músicos y con unas letras caracterizadas por su originalidad y su franqueza. Fruto de esta banda surgieron 5 discos de estudio y uno en directo. Con el tiempo fue madurando, componiendo temas cada vez más buenos hasta grabar uno de sus mejores discos, el "Lágrimas de chimpancé". Con este disco la banda cerró su andadura como tal. Pero, si algo ha caracterizado a Daniel, además de sus geniales letras, es su "teatralización" de las canciones. La guinda a la obra de Daniel, venía (y viene) en los conciertos, donde este artista polifacético reinventaba sus canciones con atuendos, expresiones, decorados o gestos que las completaban, haciéndolas redondas.

Tras deshacer la banda, Daniel pasó a ser Daniel Higiénico y como tal ha seguido componiendo y desarrollando aún más su vena artística. Así, se ha convertido en asiduo de salas pequeñas, teatros y otro circuito de locales en los que, sin banda, ha representado ya varios espectáculos, mucho más intimistas, en los que mezcla sus pensamientos, en forma de monólogo, con nuevas canciones. En esta nueva etapa ha grabando tres LP "convencionales" con banda, uno de rarezas y dos extraídos de sendos espectáculos teatrales, "Mamá quiero ser autista" y "Mentiras podridas". Actualmente representa la tercera parte de esta trilogía: "Palabra de ornitorrinco"

Según el mismo artista reconoce, él "vive de la música" y uno se tiene que alegrar de oir eso, pero en el fondo uno se pregunta por qué gente como Daniel no ha dado un gran salto que le haya acercado a masas y otros (no daré nombres) sí... probablemente porque las masas no están preparadas para esto. Y uno no sabe si lamentarse o alegrarse, la verdad.

Para mí, sin duda, es uno de los mejores letristas que tiene este país. Sus canciones te atrapan y te "llegan". Pero no a modo de poeta ñoño y sensiblón como quieren hacer algunos o a modo de místico que no se entiende ni él, como hacen otros muchos... Que parece que cuanto más raro es lo que se dice, más intelectual e interesante se es.

No, Daniel habla de esas cosas que sientes tú, de esas cosas que te preocupan o te gustan o te dan miedo o te maravillan, pero que normalmente no hablas más que contigo. Daniel se atreve a hablar en una canción de lo que acojona el paso del tiempo, de lo insignificante que se siente uno observando un hormiguero, de lo absurdo que te sientes a veces en una fiesta, de lo autocomplaciente que se puede llegara ser con tal de dormir tranquilito cada día, de lo que piensas cuando ves a esa chica, muy distinto de lo que le dices en realidad, de lo que aterra traer a un niño al mundo y de la muerte misma, qué sé yo. Mil y una cosas más, de esas que están en tu interior y que, por desgracia, los hombres acabamos escondiéndolas tras infinidad de caretas.

Así es Daniel Higiénico: un artista a flor de piel podríamos decir y sus canciones... especiales.

Dad el paso, os enganchará. Por cierto, mañana domingo 16 en CLAMORES, Madrid. Ésta y más información podréis encontrarla en: www.danielhigienico.com

Os dejo 3 videos: Lecciones de moderación, en el que colabora Lichis (La cabra mecánica) Freddy Black (me encanta esta canción...) y A mí no me afecta la luna llena.














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